Hacemos intervención con los jóvenes y adolescentes que se encuentran en proceso de egreso de protección estatal, que aún viven en los diferentes centros de protección. (Al rededor de 15) Establecemos contacto directo con profesionales y cuidadores de los jóvenes con el fin de retro alimentar los procesos y empezar a ganarnos la confianza de los jóvenes para que la intervención sea más fácil.
Establecemos un perfil de acuerdo a información arrojada por la linea base que hemos desarrollado para llevar a cabo la intervención. Dicho perfil nos facilita identificar el apoyo que cada jóven necesita.
El siguiente paso consiste en materializar ese apoyo, y es cuando empezamos a trabjar con el jóven, fortaleciendo sus habilidades. El fortalecimiento de habilidades va a permitir que el jóven inicie un proceso de independencia exitoso.